Para comentar la victoria de los dos respresentantes españoles en los dieciseisavos de final en Hurghada permítanme la licencia de incluir a los personajes del titular. Y es que si el ex-torero, más famoso por sus líos y sus frases que por su oficio, hubiera contemplado al campeón de España en su partido ante Lee Choong-Bok seguro que diría aquello de: "en dos palabras": im presionante.
Un par de horas antes, jugó Javi Palazón ante el coreano: Kim Jae Guen en un partido en el que algunos estuvieron al borde del infarto. Incluso Almódovar hubiera cambiado el titular de su ya famosa película por el de "billaristas al borde de un ataque de nervios". La tensión y los nervios flotaban en el ambiente en un encuentro no apto para corazones débiles.
Lo de Súper Dani fue sencillamente genial. Tras un comienzo igualado en el que su rival aprovechó un par de choques del español para nivelar el marcador, (22-21 en 13), llegó la entrada del día, posiblemente también la del torneo hasta el momento: Dani cogió su fusil y una tras otra fue sumando carambolas con una naturalidad tan pasmosa que parecía fácil, justamente lo más complicado del billar.
Llegó hasta las 16 y le cantaron faltan dos. Allí terminó la serie porque se quedó un "estroncio" complicadísimo que hubiera puesto al respetable más en pie todavia de como finalmente aplaudieron tras esta fantástica serie. Dos jugadas más tarde terminó el partido en 17 entradas (40-25). Dani se enfrentará mañana en octavos de final frente al belga Eddy Merckx.
El partido de Palazón fue un contínuo drama para él y para su adversario. El valenciano comenzó fuerte cogiendo un ventaja respetable (20-12 en 10). Sin embargo, un par de errores y una bola amurada que nadie quiso tocar cambió el panorama, y de un partido que parecía llegar a su final con buen promedio, se pasó a otro donde las defensas e imprecisiones se impusieron.
Solo contaba ganar y pasar de ronda para enfrentarse a Caudron que ya había ganado en la mesa de al lado. Así pues se llegó a un final donde los nervios comdicionaron el juego. Por dos veces pudo terminar Palazón, pero otros dos errores devolvieron posibilidades a Kim Jae Guen. Pero el coreano también falló y el tres veces campeón del mundo junior terminó la distancia (40-37).
Su rival estaba a tiro de tres en la contrasalida que hubiera llevado el choque a los penaltis y a la cafetería a por una tila triple. Afortunadamente el coreano solo hizo dos puntos y la tercera la pasó a milímetro. Sopló Javi, y los dos españoles en octavos de final.
