LUXOR - Una vez fue considerado como uno de los grandes talentos del billar danés, un jugador con un gran futuro. Jacob Haack Sörensen es su nombre, y pertenece a la generación de Dion Nelin, Brian Zola Hansen y Brian Knudsen. El jugador de 45 años de edad, nacido en Odense, que ahora vive en Copenhague, dejó los escenarios durante varios años, después de que, formando pareja con Dion Nelin, ganase el título mundial por equipos en Viersen en 1995. Durante 12 años estuvo ausente en las grandes citas, pero ahora regresa en la Copa del Mundo de Luxor.
Tenían 18 y 22 años, Dion y Jacob, en ese año del título mundial. Jóvenes, jugadores con un gran futuro, y Nelin ciertamente tuvo su parte de éxito. Fue subcampeón mundial en su país de origen, y ganó el título junior europeo. Jacob Haack Sörensen nunca hizo el verdadero gran resultado, a pesar de su podio en el campeonato de Europa de 2002 en Izmir, detrás de Caudron y Carlsen, y su bronce en el campeonato del mundo de 2004 en Rotterdam, detrás de Jaspers y Kasidokostas.
Acepta hacer una entrevista en Luxor y habló con nuestro compañero Frits Bakker para contar la historia de su carrera. Jacob Haack Sörensen, gerente de logística y distribuidor en una compañía de alimentos y suplementos, estudió economía en la universidad, estaba casado y es padre de dos chicos gemelos de 11 años.
Kozoom: ¿Por qué volviste a la escena internacional, de dónde viene tu nueva ambición?
Jacob Haack Sörensen: Sentía que el fuego ardía de nuevo, la ambición de jugar en Copas del Mundo y otros eventos importantes. ¡No pienses que no lo he seguido! Gracias a Kozoom pude ver todos los grandes partidos. Pero por varias razones, sólo jugé en Dinamarca, y en unos pocos partidos aquí y allá en Alemania y los Países Bajos. Mi regreso tiene dos razones: como he dicho, después de algunos altibajos tengo el deseo de volver. Eso tiene mucho que ver con Michael Mikkelsen, un jugador fuerte del que me hice amigo. Practicamos mucho juntos, admiro su conocimiento y su técnica, y me ha devuelto el entusiasmo. Él me da la inspiración que necesitaba.
En segundo lugar: la federación danesa ha puesto en marcha un proyecto dirigido al campeonato del mundo de 2019 (en Randers, Dinamarca), para permitir a los jugadores daneses escalar en la clasificación internacional. Eso me atrajo, obviamente. Por ahora, somos cinco jugadores en el proyecto de dos años: Tonny Carlsen, Lars Dunch, Allan Schröder, Thomas Andersen y yo. No se unió Dion Nelin, no tuvo la ambición de unirse. La federación ha encontrado el patrocinio para cubrir el costo de viajar a las Copas Mundiales, y organizar sesiones de entrenamiento. Jugaré tres Copas Mundiales este año: Luxor, Porto y La Baule.
Kozoom: ¿Cómo fue el comienzo de tu carrera? ¿Y cuándo tomó un giro diferente?
JHS: Empecé a jugar cuando tenía 15 años, con un compañero de escuela. Primero jugamos las quillas daneses, una disciplina con los quillas en una mesa de pool, jugada solamente en Dinamarca. Unos años más tarde cambié a carambola, porque tiene mucho más sustancia. Pronto sentí que tenía talento y podría ser más fuerte. Hans Laursen, un conocido jugador danés, se convirtió en mi maestro. Gané el título danés, sorprendentemente, y quería conquistar el mundo, jugar las copas del mundo. Esta fue la generación de Dani Sánchez, Roland Forthomme, Michael Nilsson, Nikos Polychronopoulos.
Fui el primer campeón junior danés que se envió a la Copa de Europa junior. Dani Sánchez, que me eliminó en los cuartos, se convirtió en el campeón. Fue un período maravilloso. Las copas del mundo llegaron, y el título mundial con Dion Nelin fue una sensación en mi país. Dinamarca pensaba que el billar era un deporte para mayores. Y ahora nosotros dos, 18 y 22 años, eramos campeones mundiales. Los periódicos no se cansaban de hablar de ello. En los años siguientes, en las Copas Mundiales, no gané títulos, pero a menudo llegué a los cuartos de final. Alrededor del año 2000, estuve casi siempre en el top-10 del ranking mundial.
Entonces mi vida cambió. Me mudé a Copenhague, conseguí un trabajo, me casé en 2003 y tuvimos a los dos chicos. También volví a la universidad que me dejó poco tiempo para el billar. Todavía terminé tercero en el mundial en Rotterdam en 2004, pero un año más tarde en Lugo, jugué mi último mundial. A partir de entonces, no he jugado mucho, no tenía la ambición ni el tiempo para entrenar y viajar".
Kozoom: ¿Qué pasó desde entonces, en tu vida y en el deporte?
JHS: Me concentré en mi trabajo, sobre todo. No tuve tiempo para viajar. También hubo problemas físicos: tuve una operación de hernia, y estuve fuera por cuatro meses. Pero eso fue en 2002, cuando todavía estaba haciendo mi carrera. Me casé en 2003, pero nos separamos más tarde. Los chicos viven cerca, así que los veo todo el tiempo. Todavía jugaba billar, en las ligas danesa, holandesa y alemana, pero no todas las semanas. El campeonato del mundo en Viersen, de 2016, con Brian Zola Hansen fue mi regreso. Y ahora voy a las Copas del Mundo, que estaba esperando durante mucho tiempo.
Kozoom ¿Qué ha cambiado en tres bandas en estos años, tácticamente, técnicamente?
JHS: Mucho ... Como dije, fui siguiéndolo en Kozoom y fue fascinante. El plan de juego ha cambiado dramáticamente en los últimos 10 años. La mayoría de los mejores jugadores han adoptado un estilo más atacante. El juego es ahora un 90% ofensivo, lo que ha dado un impulso a los promedios. Por supuesto sigue siendo imperativo defender, pero el juego es más atractivo ahora, la velocidad es una arma importante, el juego es fresco y más entretenido. Más velocidad no significa que usted depende de la suerte para lograr buena posición. Bert van Manen escribió recientemente una buena columna sobre eso, impulsada por la final de Bursa entre Caudron y Jaspers. En los 10 años que no estuve, el nivel ha subido a grandes saltos.
Kozoom: ¿Y usted? ¿Ha cambiado usted también?
JHS: Mi vida es muy diferente de lo que era hace unos años. Soy feliz, y consciente de quién soy realmente. Soy mucho más fuerte mentalmente. Estaba deprimido por un largo tiempo. Fue un período horrible. Pero el sol brilla en mí estos días, disfruto de la vida y del deporte que siempre he amado.
Jacob Haack, antes del comienzo de su primer partido en Luxor