Al final de un largo día y tras la final en la Copa del Mundo de Porto, Roland Forthomme hizo balance en la noche del domingo, en el balcón VIP del gran estadio de fútbol del FC Porto. Las personas invitadas se divertían en el interior con el virtuoso de la música, Ramón Rodríguez y al final con las canciones tradicionales de Alipio Jorge, organizador de la Copa Mundial de Portugal.
El belga de 43 años había perdido la final contra Dick Jaspers por una carambola unas horas antes tras un partido impresionante en la que el holandés demostró tener más sangre frría. Forthomme, señaló: "He perdido el partido, que realmente no podía perder. Pero el final fue una lucha contra mí mismo. Mi brazo no estaba haciendo lo que mi mente y sentimientos decían, así que tuve que jugar de otra manera de lo que estoy acostumbrado. Es por eso que perdí".
El belga nunca se dio por vencido y estuvo muy cerca de un nuevo momento de gloria muchos años después de sus victorias en las Copas del Mundo en Hurghada y Volos, donde jugó el mejor torneo en toda su carrera. "Estoy decepcionado, por supuesto, pero por otro lado, estoy feliz por que he demostrado que aún puedo luchar con los mejores del mundo".
El segundo lugar en Porto provoca que Forthomme haya dado un salto en el Ranking Mundial: ahora ocupa el puesto 14, uno por detrás del francés Jérémy Bury y sólo a dos lugares de la tan codiciada clasificación de los 12 primeros.
Su torneo en la ciudad portuguesa estuvo marcada por altibajos. Forthomme incluso comenzó con una derrota contra Rubén Legazpi en la fase de clasificación, pero de todos modos se clasificó para el evento principal y luego comenzó una impresionante racha de victorias. Dos veces, sin embargo, Forthomme tuvo que defenderse de una desventaja casi sin esperanza, las dos veces el belga mostró su enorme espíritu de lucha después del descanso.
Envió a casa Frédéric Caudron, el campeón del mundo y número uno del ranking en el primer partido, y venció a Peter Ceulemans, otro belga que jugó un gran torneo y sin duda fue una de las revelaciones de este Mundial.
Y, por último, Roland Forthomme se enfrentaba Dick Jaspers en la final. El holandés, con un palmarés extraordinario, había estado esperando durante tres años para una gran victoria. "He tenido un montón de posibilidades", dijo Forthomme. "Los dos entablamos una dura lucha que se decidió por la mentalidad".
Durante la ceremonia, el belga había manejado su decepción. Lo que quedaba era la conclusión de que Forthomme todavía puede ser uno de los mejores armas en los torneos mundiales. "Esa es mi satisfacción después de muchos años de un rendimiento menor. He ganado dos Copas del Mundo en mi carrera hasta ahora. Todos esos años en medio creía en mí mismo, pero a veces las cosas no salen. Muchos jugadores han abandonado, han dejado de jugar Copas del Mundo, debido a que ya no están entre los 12 primeros. He seguido creyendo que llegaría otra oportunidad de brillar en un gran torneo".
En los torneos belgas, Forthomme suele ser el número tres después de Frédéric Caudron y Eddy Merckx. "Puedo ganar un torneo en mi país, de vez en cuando, pero ahora puedo decir que estoy de regreso con un éxito internacional. Es bueno tener esa confirmación. Tengo 43 años, sin duda hay todavía un futuro en el billar para mí, voy a seguir trabajando duro".