VILA NOVA DE FAMALICÄO - Fue querido entre sus amigos y mucho más allá como un gran fanático del billar portugués y jugador en muchas World Cup. Esta mañana el mundo recibió la noticia del fallecimiento de Jorge Bastos de 76 años de edad, recordado por muchos como un hombre excepcionalmente amable, amigo de muchos jugadores locales y extranjeros, pero sobre todo reconocido por promocionar el billar en sus redes sociales con noticias, reportajes de torneos y fotografías. Su mayor ídolo fue el belga Frédéric Caudron.
Jorge Bastos, era profesor de profesión y vivía en Vila Nova de Famalicäo, era un jugador muy modesto. El amable portugués viajó por todo el mundo para participar en los torneos como aficionado y algunas veces como competidor. Su palmarés en Kozoom incluye Copas del Mundo en Oporto, Antalya, Hurghada, Sluiskil, Guri y Ho Chi Minh. Una de sus victorias más reconocidas fue ante Antonio Montes, actual jugador profesional de la PBA, a quien venció en el Mundial de Oporto en el 2015 por un marcador 30-25 en 35 entradas. Pero también obtuvo victorias contra Salah Farouk y Gokhan Uludaligar en Luxor en 2016 entre las más destacadas.
Jorge Bastos era el billarista entrañable, que hablaba con todos los que idolatraban el billar: con jugadores famosos y desconocidos, organizadores, aficionados: siempre de un lado a otro, llevando resultados y puntuaciones, sacándose miles de fotos.
Rui Costa, billarista portugués y número 53 del ranking mundial y amigo durante muchos años de Jorge, lo caracterizó de la siguiente manera: “Jorge era una persona fantástica, su gran pasión eran las tres bandas. Amaba inmensamente nuestro deporte y también ayudó a muchos jugadores, porque el dinero no era un problema para él. Lo hizo en silencio, con discreción, sin que nadie lo supiera. Su club, el Famalicense Atletic Club, era su bebé, hizo todo lo posible por ascenderlo. A Jorge le encantaba viajar para ver, apoyar y, a menudo, jugar con los jugadores portugueses. Nos dio todas las novedades y muchas fotos. Creo que podríamos hacer un pequeño museo de tres bandas gracias a él. Jorge vivió su vida como quiso. El médico le había dicho que dejara de fumar y se cuidara, pero él no escuchó. Quería vivir como lo hacía: sin reglas, sin reloj. Si quería llamarlo, tenía que hacerlo por la noche. Puedes imaginar lo triste que estoy en este momento, él era un gran amigo”.
José Miguel Soares, jugador juvenil en formación y clasificado en el puesto 51 del ranking de Portugal nos contó: “Jorge fue uno de los jugadores más entregados de Portugal durante muchos años. También estaba dispuesto a viajar a todas partes, tanto dentro como fuera de Portugal para jugar y para ver competiciones internacionales. Era fanático de los jugadores portugueses y le encantaba fotografiar a sus amigos del billar. Lo recuerdo como un hombre que siempre estaba cerca y de buen humor. Lo extrañaremos mucho”.
Jorge vivió toda su vida en Vila Nova de Famalicäo, a 40 kilómetros de Oporto, no estaba casado ni tenía hijos.

Jorge Bastos como lo conocen todos los aficionados al billar: siempre por ahí, siempre de buen humor
