Los partidos se pueden solventar de mil y una maneras, el de David Martínez ante Coklu fue una mezcla de varios factores, aunque si uno destacó en mayor proporción sobre el resto, sin duda fue por exceso de testosterona. Dicho de otro modo, por coraje, ganas o por cojones, como afirmaban algunos aficionados en la sala de Oporto o desde el chat de Kozoom.
Ayer mismo bautizábamos al joven billarista español como el "Tigre de Montcada" y al parecer ha querido hacer bueno el apodo. Su puesta en escena en la Copa del Mundo de Oporto no ha pasado desapercibida. Desde el pasado lunes ha demostrado su clase, su talento, una valentía fuera de lo común, un desparpajo impropio de su juventud y, lo que más importante, sus ganas y ambición por hacerse un hueco en esta jauría que se ha convertido la élite de Tres Bandas donde casi medio centenar de jugadores pueden hacer encaje de bolillos en cualquier momento y ante cualquier advesario.
Uno tras otro ha ido superando obstáculos, pero los de hoy eran importantes. El primero su amigo y paisano Javier Palazón. Curiosamente habián jugado hace seis días en un torneo local en el que sufrió una derrota. Como se ha podido demostrar, la influencia de aquello ha sido nula. Y es que en esto del billar David tiene también la cabeza bien amueblada.
Pero, llegar a la fase final exigía superar otra prueba de fuego. El adversario: Nacu Murat Coklu, un jugador turco de indudable solvencia, que en su currículum figura, entre otros, un campeonato de Europa absoluto. Por si fuera poco, también había dado buena cuenta de Palazón y amenazaba por imponer su ley.
Tras un comienzo prometedor (5-11), la realidad y los pronósticos parecían imponerse. Más todavía si de vez en cuando David erraba algún tiro a priori sencillo. Lo más sorprendente es que no se vino abajo en ningún momento, incluso con el 35-20 para el turco. Daba la impresión que el choque estaba visto para sentencia, pero apareció el Tigre de Montcada para salir del fango, acorralar a su presa y finalmente (38-40) anotarse una épica victoria. David estará en el cuadro final por méritos propios.
No sé si está naciendo otro campeón, pero lo cierto es que hoy, un 11S de 2014, David Martínez ha logrado un triunfo memorable y, de paso, ha emocionado a mucha gente.
Hoy se verá las caras, nada menos que ante Semih Sayginer. Curiosamente el turco reaparece después de un largo periodo y para David es un premio y un reto. Será el primero que se mida al mito y, no les quepa duda que si puede incarle el diente dejará suelta a la presa.