¿Quién se acordará de Jean Paul de Bruijn en su primer partido de la Copa del Mundo? Seguramente el austriaco Luksch Oswald jugó un partido que nunca olvidará en su vida. El holandés le permitió tirar nueve veces y anotar solo tres carambolas.
El resultado del partido ha sido raramente visto en una Copa del Mundo: 30-3 en 9 entradas. El holandés hizo una demostración y terminó el partido con promedio de 3,333.
¿Qué quiere decir acerca de la forma de Jean Paul? Tal vez mucho, pero ciertamente no todo. Jean Paul de Bruijn no es precisamente un jugador de regularidad en tres bandas. Él es, sin duda, jugador de una banda, pero tiene demasiados altibajos en tres bandas.
El holandés, sin embargo ha encontrado su ritmo de nuevo después de algunas semanas de menor importancia. Parecía ser una seria amenaza para Dick Jaspers en el Gran Premio de Osdorp la semana pasada, pero perdió por mala suerte contra Harrie van de Ven.
Treinta carambolas en nueve entradas es, obviamente, un comienzo formidable: el mejor hasta ahora en tres días de competición. Su segundo oponente fue el turco Idbrahim Erciyas, al que De Bruijn ganó por una carambola (30-29) en 26 entradas en un partido donde pudo quedar eliminado después de la proeza matinal.
Así es el billar, así es el espectacular Jean Paul, al que conocimos bien en aquel campeonato del Mundo en Lugo 2005 en el que el brillantísimo billarista holandés disputó y perdió la gran final ante Dani Sánchez.