Antalya terminó para el billar español con la derrota de Javier Palazón ante Bury en cuartos de final. Conociendo al valenciano estoy por asegurar que le ha sabido a poco, a pesar de que ha rozado el podio y las medallas.
En cualquier caso, el jugador del CB Paiporta puede estar orgulloso de lo conseguido. Estuvo en un tris de quedarse en su casa y al final cogió un avión y se presentó en Turquía. Arriesgó y ha tenido su recompensa... personal. De las otras, mejor correr un tupido velo.
El choque en sí no tuvo la brillantez deseada, pero los jugadores se juegan demasiado como para hacer florituras. Además, como en estos niveles cualquier mínimo error se convierte en una losa, dos cabañas aparentemente sencillas que erró el español se convirtieron en 11 puntos para Bury.
En dos momentos del partido las ventajas parecieron decisivas (27-12) y más tarde, (34-21). Sin embargo había partida, porque con 35-25 Palazón selló una serie de siete para poner cierta incertidumbre, (35-32).
Curiosamente la séptima fue sú última carambola en Antalya. Bury, con sangre fría y el talento que le ha colocado en la élite, terminó con serie de cinco. Javier no pudo ni sumar en la contrasalida.
Fue la despedida y el cierre español en esta Copa del Mundo, con ovación incluída para Javier, extensible a todos los jugadores españoles que han competido en Turquía. y que se han dejado el alma para hacerlo lo mejor posible.