Cuatro partidos, cuatro victorias, cuatro exhibiciones, y 200 maravillas. Daniel Sánchez, Dani para su legión de amigos, ha convertido el fin de semana de Agipi en un grandioso espectáculo que pudieron seguir miles de aficionados a través de Kozoom.
El santuario francés nunca se le dio bien, pero entre viernes y sábado ha conseguido cambiar la perspectiva billaristica de nuestros vecinos del norte, al menos para los escépticos que no veían al campeón español como lo que siempre ha sido, uno de los mayores talentos que ha dado el billar en el último cuarto de siglo, y si me apuran, en toda su historia.
Ya contamos con detalle su partido ante Cho, un peligrosísmo rival enrachado y en magnífica forma, que había dado buena cuenta de Kim y que a la postre, ha conseguido clasificarse para la fase final junto a Dani.
El duelo ante el griego Polychronopoulos terminó en 26 entradas, sólo una entrada por bajo del "dos", como si hacer dicho promedio fuese sencillo. Lo cierto es que el español sumó dos victorias encarrilando su pase a la fase final.
Pero lo mejor y más emocionante lo dejó para la última jornada. Lo mejor porque ha bordado el billar, primero ante Coklu y más tarde ante Kim. pero fueron duelos con historia. Su triunfo frente al turco en 20 entradas dejaba sin respuesta a Murat Naci, y como el griego Poly también estaba fuera, solo restaban tres jugadores con opciones, para solo dos plazas. Y emocionante porque, si en el grupo A, tanto Tasdemir como Zanetti habián logrado el pase con tres victorias, en el grupo B y concretamente a Dani le hicieron falta las cuatro. Curiosa circunstancia porque una hipotética derrota de Sánchez ante Kim, unido a la presumible victoria de Cho en la otra mesa, hubiera dejado una clasificación con un triple empate. Además, antes de empezar los partidos era el español quien tenía el irónicamente peor promedio de estos tres protagonistas. Y califico de irónica esta circusntancia porque "Super Daniel" promediaba entonces el 2,238. (Cho el 2,278 y Kim 2,452).
Dani sabía lo que se jugaba a pesar de hacerlo extraordinariamente hasta ese momento. Llegó muy pronto a una sala vacía de espectadores, aunque llena de recuerdos del pasado del presente y esperemos que del futuro. Montó con mimo y calma su material de juego, se concentró como nunca, y en definitiva, tuvo que demostrar, otra vez, que los títulos del Mundo, de Europa etc, no los regalan en una rifa navideña. Dani cogió su fusil y tras portentosa exhibición de juego, y después de 14 entradas terminó com Kim, de paso con todos con todos los registros: Primero de su grupo, invicto en cuatro partidas, mejor promedio individual (2,469) y mejor partido del fin de semana, (50 en 14).
Busquen, comparen y si encuentren algo mejor, comprenlo.