Eddy Leppens y Roland Forthomme asestaron sus golpes en la sesión de la tarde ante Jean van Erp y Peter Ceulemans respectivamente. Dos alemanes trataron de entrar en semifinales, pero fueron eliminados por Barry van Beers y Eddy Merckx. El mejor espectáculo en la mesa era el lugar donde estaba el jugador local van Beers, que se enfrentó a Martin Horn, y tomó una rápida ventaja (21-4 en 10 entradas). El alemán, uno de los favoritos para la victoria en el torneo, con mucha garra se acercó a su rival (26-22 en 18). in embargo, tuvo que tirar la toalla al final: Van Beers ganó 50-41 en 32 y fue recompensado con una gran ovación por los espectadores, no en vano es esl único superviviente en un torneo dominado por los belgas.
Thorsten Frings, que había jugado muy bien en su grupo, se mantuvo cerca de Merckx en un juego discreto. El alemán no estaba fuera del partido cuando llegó a 30-27, con una serie de 12. Pero su oponente era demasiado fuerte: 50-30 en 31 entradas.
El tradicional evento que cierra el año acerca hasta Zundert muchos aficionados holandeses y belgas, y terminará con un enfrentamiento entre un solo holandés y tres belgas hoy miércoles. Barry van Beers está en forma, como lo ha demostrado en la fase de grupos y en los cuartos de final. Ahora se enfrentará a Eddy Leppens en semifinales.
Roland Forthomme se enfrenta a Eddy Merckx en la otra semifinal. Ambos partidos están programados para las 13.00 horas. Roland Forthomme hizo la diferencia en la entrada 12 contre su compañero de equipo Peter Ceulemans, cuando sumó una serie de nueve. Después de eso, todo fue coser y cantar para Rolandinho:50-28 en 29. Eddy Leppens derrotó al campeón holandés Jean van Erp que vencía en el ecuador: 31-25 después de una serie de 10. Fue Eddy Leppens quién tuvo la última palabra, cuando apareció con una tacada de 11 en la entrada 23: (50-36).
Semifinales 13.00 horas
Eddy Leppens-Barry van Beers,
Eddy Merckx Roland-Forthomme.
Forthomme derrotó fácilmente a Peter Ceulamenas
Buen partido con triunfo final de Eddy Leppens
Merckx fue demasiado para el alemán Frings